INTELIGENCIA EMOCIONAL: Comprensión conceptual
IE: COMPRENSIÓN CONCEPTUAL« Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo.
Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto,
en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto,
eso, ciertamente, no resulta tan sencillo »
Aristóteles
« Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo.
Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto,
en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto,
eso, ciertamente, no resulta tan sencillo »
Aristóteles
Introducción
El término de Inteligencia Emocional seguro que te suena.
Hace años que está de moda, concretamente desde 1995 año en el que Goleman sacó
al mercado su famoso libro best – seller mundial, titulado justamente así:
Inteligencia Emocional.
¿Qué entendemos por Inteligencia Emocional?
Se han dado muchas definiciones; nosotros aquí vamos a quedarnos con la original de Salovey y Mayer:
“un subconjunto de la inteligencia social que comprende la capacidad de
controlar los sentimientos y emociones propias así como los de los demás, de
discernir entre ellos y utilizar esta información para guiar nuestro
pensamiento y nuestras acciones”.
¿Qué entendemos por emoción?
Todos sabemos por propia experiencia que son las emociones, pero,
se nos hace difícil definirlas, diferenciarlas, hablar de ella. No
tenemos, en general, vocabulario suficiente para hablar sobre nuestro mundo
emocional. Tampoco somos, en general, conscientes del impacto que tienen en
nuestra vida, como nos afectan, como regularlas y gestionarlas de modo que
trabajen a nuestro favor y no en contra nuestra.
Un poco de historia
Nos dicen los historiadores que no se puede entender el
presente si no se conoce y asume el pasado. Vamos a aplicar esta máxima a lo
que nos ocupa aquí y ahora que es el desarrollar los conocimientos necesarios para potenciar la
inteligencia emocional.
Lo que hoy entendemos por inteligencia emocional, término
muy de “moda”, del que todos hablan y
atribuyen a Goleman, realmente tiene unos antecedentes que se remontan a la
década de los 80.
Investigaciones sobre las habilidades emocionales y sociales
fueron aplicadas en terapia y educación y se concretan en el Programa de
Habilidades Sociales y Autocontrol en la adolescencia de Arnold Golstein
(1980).
Por otro lado, Howard Gardner (1985) replantea el concepto de
inteligencia en el ámbito de la psicología. Crea el concepto de "inteligencias
múltiples" y reconoce otras capacidades humanas del mismo valor que se había
concedido exclusivamente a las verbales y matemáticas. Nos empezó hablando (posteriormente añadió más) de 7
inteligencias: verbal – lingüística, lógico – matemática, espacial,
kinestésica, musical, interpersonal e intrapersonal.
El
término de inteligencia emocional lo utiliza por primera vez Peter Salovey y
John Mayer (1990) para referirse a dos de las inteligencias de Gardner: la
interpersonal y la intrapersonal, que se definirían así:
La intrapersonal como “la
capacidad de establecer contacto con los propios sentimientos, discernir entre
ellos y aprovechar este conocimiento para orientar nuestra conducta”.
La interpersonal como “la
capacidad de discernir y responder apropiadamente a los estados de ánimo,
temperamentos, motivaciones y deseos de las demás personas”.
Por último Salovey y Mayer definen la inteligencia
emocional de la forma que antes te expusimos.
Después de esto aparece Goleman (1995) con su libro best –
seller mundial: Inteligencia Emocional.
La importancia de la Inteligencia Emocional
La inteligencia emocional representa un salto significativo
en la comprensión de la conducta humana. Más allá de su posibilidad de adquirir
y procesar información y conocimientos, en el mundo de las emociones se esconde
el mayor potencial a explotar de los seres humanos. Por esto no podemos
limitarnos a ver la inteligencia emocional como una simple moda sino que hay
que verla como una disciplina sólida que nos permitirá descubrir nuevas formas
de enfrentarnos a las exigencias cotidianas.
Podemos destacarla, viendo el modo en que funcionamos que, en síntesis, sería así:
Pensamos-Sentimos-Actuamos: nuestros pensamientos, conscientes o inconscientes,
desencadenan emociones que contribuyen a motivarnos a hacer o no hacer algo
determinado.
El comportamiento que damos en
una determinada situación se debe, en un 80 %, al estado emocional que generamos
y en un 20 % a lo que conocemos o sabemos. Afrontar el entorno con eficacia no
depende tanto del conocimiento que se tenga o no de él cuanto del hábito
operativo de actuar sobre el mismo. Dicho de otra manera, nuestros pensamientos
generan emociones las cuales pueden, en función del tipo que sean, potenciarnos
o debilitarnos en nuestra actuación. Seguro que te viene a la memoria más de un
caso concreto en el cual tú mismo u otra persona tuvo una actuación pésima en
una discusión, en una reunión, en la exposición de un tema, en un examen, etc., aún dominando
dicho tema, es decir, de saber mucho de él y conocerlo a fondo. Simplemente
no supo gestionar las emociones que en ese momento sentía.
La puesta en práctica de la Inteligencia Emocional
Somos conscientes de que “nada más práctico que una buena teoría”. Sin embargo, reduciremos esta al mínimo necesario (te proporcionaremos una bibliografía extensa por si quieres profundizar en ella), poniendo el énfasis en herramientas prácticas que podrás utilizar para hacer frente a distintas situaciones. Es cierto que no debemos despreciar la teoría, sin ella no entenderíamos el mundo. A cualquier planteamiento práctico precedió un planteamiento teórico. Pero, dicho esto, también hay que decir que las teorías sirven de muy poco si no nos ayudan a mejorar nuestra práctica cotidiana.
El
conocimiento no es ninguna herramienta; sí lo es, y muy potente, la práctica de ese
conocimiento.
Para mejorar nuestra práctica en lo que sea, habilidad,
destreza, competencia, etc., lo primero es conocer el
nivel del que partimos. El esquema sería el siguiente:
-
1. Diagnosticar o medir la situación
actual.
-
2. Visualizar y clarificar la situación
deseada.
-
3. Establecer un Plan de Acción que te
lleve desde donde estás (situación actual) a donde quieres ir (situación
deseada u objetivo)
Vamos a seguir este práctico esquema de tal forma que lo
primero es saber en donde estás con respecto a la inteligencia emocional.
Te invitamos
a ir al apartado de Prácticas y
ejercicios y contestar a las preguntas de la « Lista de comprobación
de la auto evaluación del CE ». Lo de CE quiere decir Coeficiente
Emocional.
¿En dónde te
encuentras?: Auto diagnóstico de la situación actual
LISTA DE COMPROBACIÓN DE LA AUTOEVALUACIÓN DEL CE (1)
Puntúa cada pregunta utilizando una
escala de 1 a 5, según sea aplicable en tu caso.
Valoración:
1 2 3 4 5
1: Prácticamente nunca 5: Prácticamente
siempre
_____1- Soy consciente de las reacciones físicas (gestos,
dolores, cambios súbitos) que señalan una reacción visceral.
_____2.-Admito de buena gana mis
errores y me disculpo.
_____3.-No me aferro a los problemas, enfados o heridas del
pasado, y soy capaz de dejarlos atrás para avanzar.
_____4.-Normalmente, tengo una
idea exacta de cómo me percibe la otra persona durante una interacción
específica.
_____5.-Hay varias cosas en mi
vida que me entusiasman, y lo hago patente.
_____6.-Tengo facilidad para
conocer e iniciar conversaciones con personas desconocidas cuando tengo que
hacerlo.
_____7.-Me tomo un descanso o
utilizo otro método activo para incrementar mi energía cuando noto que mi nivel
de energía está decayendo.
_____8.-No me cuesta demasiado asumir
riesgos prudentes.
_____9.-Me “abro” a las personas
en la medida adecuada, no demasiado, pero lo suficiente como para no dar la
impresión de ser frío y distante.
_____10.-Puedo participar en una
interacción con otra persona y captar bastante bien cual es su estado de ánimo
en base a las señales no verbales que me envía.
_____11.-Normalmente, otros se
sienten inspirados y animados después de hablar conmigo.
_____12.-No tengo ningún problema a la hora de hacer una
presentación a un grupo o dirigir una reunión.
_____13.-Cada día, dedico algo de
tiempo a la reflexión.
_____14.-Yo tomo la iniciativa y sigo adelante con las tareas que es necesario hacer.
___15.-Me abstengo de formarme una opinión sobre los temas y de expresar esa opinión hasta que no conozco todos los hechos.
_____16.-Cuento con varias
personas a las que puedo recurrir y pedir su ayuda cuando la necesito.
_____17.-Intento encontrar el lado
positivo en cualquier situación.
_____18.-Soy
capaz de afrontar con calma, sensibilidad y de manera proactiva
los despliegues emocionales de otras personas.
_____19.-Normalmente soy capaz de
identificar el tipo de emoción que siento en un momento dado.
_____20.-Por lo general, me siento
cómodo en las situaciones nuevas.
_____21.-No escondo mi enfado,
pero tampoco lo pago con otros.
_____22.-Puedo demostrar empatía y acoplar mis sentimientos
a los de la otra persona en un interacción.
_____23.-Soy capaz de seguir
adelante en un proyecto importante, a pesar de los obstáculos.
_____24.-Los demás me respetan y
les caigo bien, incluso cuando no están de acuerdo conmigo.
_____25.-Tengo muy claro cuales
son mis propias metas y valores.
_____26.-Expreso mis puntos de
vista con honestidad y ponderación, sin agobiar.
_____27.-Puedo controlar mis estados de ánimo y muy raras veces llevo
las emociones
negativas al trabajo.
_____28.-Centro toda mi atención
en la otra persona cuando estoy escuchándole.
_____29.-Creo que el trabajo que
hago cada día tiene sentido y aporta valor a la sociedad.
_____30.-Puedo persuadir
eficazmente a otros para que adopten mi punto de vista sin coaccionarles.
Por ello si posteriormente en el Plan Estratégico Personal especificas hábitos en ellas, tu inteligencia emocional global aumentará.
2.- Cualquier pregunta en la que te hayas valorado con 4 ó menos de 4 puntos también puede trabajarse, marcándote y desarrollando los hábitos pertinentes.
(1) Adaptado a partir de
Sterrett, Emily A. Guía del directivo para la INTELIGENCIA EMOCIONAL. De la gestión al liderazgo. Madrid, 2002. Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, S.A.
Corrección del ejercicio:
Súmense los resultados en diferentes categorías según el número de pregunta:
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